sábado, 4 de mayo de 2013

Los mejores cinematógrafos.

-Timo Salminen-


Colaborador asiduo del genio del cine actual, Aki Kaurismaki, el fotógrafo finlandes es famoso por sus colores fríos y opacos que dotan a sus filmes de una atmósfera melancólica, su estilo, bien identificable se complementa de una manera simbiotica con las temáticas neorreales de Aki, influido también por el cine negro hollywoodense utiliza las sombras a placer, sobretodo con numerosas Fill-Lights (luces de relleno) que hacen de sus cuadros, naturalmente imposibles de ver en la vida real, como sello característico, Timo suele oscurecer siempre la parte de arriba de toda aquella pared que aparezca a cuadro, -la penumbra siempre cierne sobre sus personajes-. La fotografía minimalista de Salminen resalta ojos, manos, gestos, arrugas y pequeñas partes del encuadre que nos invitan a descubrir la belleza en los escondites mas recónditos del espacio. 

Mejor trabajo: Le Havre (2011) de Aki Kaurismaki.

Timo Salminen (izq) y Aki Kaurismaki (der) en el rodaje de Le Havre.



-Raoul Coutard-


Fue el fotógrafo mas importante de la nueva ola del cine francés, influido totalmente por el trabajo de Robert Doisneau y el cinema verité, Coutard junto con Jean-Luc Godard revoluciona el cine en la década de los 60's al rodar Sin aliento, con cámara en mano y luz completamente natural, el genio parisino encajo como anillo al dedo en los trabajos de Godard quien le permitía innovar a placer y buscar nuevas formas de iluminación así como ser pionero en granular la película de más para obtener texturas mas nítidas y reales, a lo largo de su brillante carrera, colabora con directores de la talla de Truffaut, Demy o el griego Costa Gavras su frase mas recordada es "Siempre he sentido que cuando decides hacer un filme debe ser como una historia de amor". 

Mejor trabajo: Alphaville (1965) de Jean-Luc Godard.

Godard (izq) y Coutard (der) cámara en mano en el rodaje de Sin aliento (1960)



-Gordon Willis-


El príncipe de las tinieblas, era el apodo con el cual se le conocía a Gordon Willis por la manera tan sombría y tenebrosa de iluminar sus encuadres, el famoso `arte de la subexposición´ de la cual fue el maestro y le hizo acreedor a ciertas criticas que negaban el valor artístico de la misma. En la década de los setentas se convertiría en leyenda al fotografiar las obras maestras de Woody Allen y Francis Ford Coppola, Manhattan y El padrino respectivamente. Los personajes de Willis no se ven o apenas lo hacen, dándoles así misterio y poder, el poder de estar oculto en las penumbras con los pensamientos y los ojos ocultos para todos aquellos que se atrevan a mirar, creador de contraluces que no envidiarían nada ni al mismo Rembrandt e imágenes poéticas que permanecen en la retina por mucho tiempo, Gordon es y debe ser considerado como uno de los grandes cineastas de toda la historia.

Mejor trabajo: Manhattan (1979) de Woody Allen.

Gordon Willis (izq) y Woody Allen (der) en el rodaje de Annie Hall (1977) 



-Christopher Doyle-


Así como  Salminen y Kaurismaki, el binomio Doyle-Wong Kar Wai brilla con luz propia en el panorama fílmico actual, pese a su "no muy cordial relación", el fotografo y el director han logrado crear algunas de las imágenes mas bellas en inquietantes que se recuerden, su estilo muy reconocible se vale de la poca profundidad de campo, los colores saturados y el estilizado juego del tiempo (ya sean ralentis, cámara rápida o secuencias congeladas enteras) para que el ritmo del filme sea trepidante y desestabilice incluso al espectador mas audaz. Doyle es el único fotógrafo que puede ser considerado como posmoderno ya que recicla técnicas tan viejas como el cine en si, logrando con ellas resultados nunca vistos a tal magnitud, a pesar de parecer un perfeccionista, Chris prefiere que las cosas broten con naturalidad y filmar sin un guion que dictamine el camino del todo, un genio sin igual.

Mejor trabajo: Deseando amar (2000) de Wong Kar Wai.

Doyle (izq) y Gus Van Sant (der) en el rodaje de Paranoid Park (2007).




-Eduard Tissé-


Fue el fotografo mas importante del cine soviético de principios de siglo, junto con Eisenstein, Pudovkin y Dovzhenko, comandaron la generación dorada de este país, su estilo busca el contraluz en el cuerpo de aquellos que se hallan en su encuadre, texturizandolos y dotándolos de una elegancia y versatilidad poética. Ajustándose a la altura de lo que demandaba trabajar con el gran Eisenstein, Tissé innovó de manera significativa en todas las colaboraciones con el genio ruso, como en la legendaria secuencia de la escalera de Odessa, en donde realiza uno de los primeros Dollys del cine soviético o utilizando filtros especiales en secuencias de Alexander Nevsky para filmar tormentas de nieve en pleno verano ardiente, Eduard alcanza su punto creativo más alto en México fotografiando ¡Que viva México! filme inacabado de Serguei, ademas de significar una importante influencia en los fotógrafos mexicanos de la época  La composición de sus imágenes salta de la pantalla, volviéndolas casi tangibles.

Mejor trabajo: ¡Que viva México! (1979) de Serguei Eisenstein.

Serguei Eisenstein (izq) y Eduard Tissé (der) en el rodaje de ¡Que viva México!



-Kazuo Miyagawa-


Es el genio de la fotografía japonesa, comienza su carrera en el laboratorio de revelado y pronto se convierte en fotografo de las peliculas tempranas de Hiroshi Inagaki, fue quizas el cinematógrafo mas versátil que ha existido, al tener que trabajar con cineastas tan dispares (y geniales), como Mizoguchi y sus contemplativos planos secuencia y Kurosawa con sus tomas rápidas y numerosos cortes, aunque trabajo con casi todos los genios de su país, Yasujiro Ozu, Kazuo Mouri o Kon Ichikawa por mencionar algunos, con el apodado, Emperador del cine, es con quien encuentra mayor libertad de innovación y experimenta con rieles, grúas y andenes que dotan a su fotografía de mayor fluidez y un ritmo vertiginoso no visto hasta entonces, esto se aprecia perfecto en Rashomon (1950). Trabajando con Ichikawa, Kazuo emplea por primera vez en la historia del cine el denominado Daiescope, un nuevo y moderno formato de pantalla ancha, influido totalmente por el expresionismo alemán y por la pintura clásica oriental, Miyagawa delimita sus encuadres siempre por lineas verticales ya sean puertas, paredes o cortinas, si existe un genio de la fotografía que debe ser reivindicado, ese es el gran Kazuo Miyagawa.

Mejor trabajo: Cuentos de la luna pálida (1953) de Kenji Mizoguchi.

Kazuo en rodaje planeando su encuadre.



-Karl Freund-


Karl Freund forma junto con Lang, Lubitsch, Mayer, Pabst y Murnau la generación dorada del cine alemán, precisamente fue con Murnau con quien desarrollaría más su talento cinematográfico, usando la cámara como narrador y personaje, teniendo su punto mas álgido con El último de los hombres, gran obra maestra del cine silente, en donde toda la narrativa recae en la estupenda actuación de Jannings y sobre todo en la cámara de Freund, en 1930, Karl viaja a Hollywood para enrolarse en proyectos mas pudientes económicamente hablando, ahí trabaja con directores de la talla de Tod Browning, John Ford, Fred Zinnemann o John Stahl, incluso ganando un Oscar a la mejor fotografía por La buena tierra (1937) de Sidney Frankiln. Freund también revoluciono la televisión siendo inventor del Master con protecciones, sistema de rodaje en base a tres cámaras que filman simultáneamente una acción determinada, aunque normalmente es usado para la televisión, también en el cine se la da uso a esta completa invención del genio alemán.

Mejor trabajo: El ultimo de los hombres (1924) de Friedrich Murnau.

Freund iluminando a Katherine Hepburn y Robert Taylor en Corrientes ocultas (1947) de Vincente Minnelli.


-Gregg Toland-


Si existe un cinematógrafo que cambió la historia del cine, ese es sin duda Gregg Toland, que allá por 1940, junto con el gran Orson Welles revoluciono la concepción del lenguaje cinematográfico al crear profundidad de campo y utilizar el nuevo artilugio en función de la narrativa en la mítica Ciudadano Kane. A la edad de 27 años ya era un visionario y brillante director fotográfico, más allá de captar imágenes, Toland siempre busco codificar sentimientos y potenciar las virtudes del guion con su luz, no buscaba resaltar la belleza del actor, sino la emoción de determinada escena, algo muy controvertido para el Hollywood conservador de mediados de siglo, trabajo casi en toda la filmografia de Wilder, con John Ford, Hawks e incluso con Alfred Hitchcock, pero nunca su talento brillo tanto como con Orson Welles y la ya mencionada obra maestra en donde las ideas extravagantes de un joven visionario se combinaron con la experiencia y sabiduría de un genio sin igual, en el cine, existe un antes y un después de Gregg Toland.

Mejor trabajo: Ciudadano Kane (1940) de Orson Welles.

Orson Welles (izq) y Gregg Toland (der) en el rodaje de Ciudadano Kane.


  
-Gabriel Figueroa-


Es, sin lugar a dudas el más grande cineasta en la historia de la cinematografía mexicana... siendo el fotografo mas importante de la época de oro, compinche en muchas ocasiones de directores tan grandes como Emilio "Indio" Fernández, Roberto Gavaldon, Fernando de Fuentes, Ismael Rodriguez y el mismo Luis Buñuel, a este le fotografío obras maestras como Los olvidados (1950) o Nazarin (1958), entre otras. Su estilo, nacionalista, supone la encarnación de la esencia mexicana, filma quehaceres, tradiciones, gente y paisajes mexicanos, profesándole de esta manera el amor que le tiene a su tierra, su forma lírica y fantasmal de encuadrar e iluminar puede ser catalogada como preciosista o metafórica, aunque academicamente se formo en Hollywood de la mano de Alex Phllips, la fotografía de Figueroa no es cerebral sino visceral sacrifica la técnica siempre en pos de obtener un efecto mas sincero y poético, si se hiciera un top 10 de las mejores peliculas mexicanas de la historia, Gabriel habrá fotografiado 7 de ellas.

Mejor trabajo: Enamorada (1946) de Emilio Fernández.

Luis Buñuel (izq) y Gabriel Figueroa (der) en el rodaje de Nazarín.



-Sven Nykvist-


No tengo duda al colocar al sueco Sven Nykvist en la cima de mi top de los mejores cinematógrafos, comienza su carrera como ayudante de cámara y para 1945 ya es un reconocido director de fotografía, a diferencia de la mayoría de los maestros enlistados previamente, Sven no suele utilizar el contraste, al contrario, encuadra con luz difusa eliminando sombras y texturas, de esta manera aplana la imagen dotando sus cuadros de realismo, frialdad y una sencillez meticulosa, su estilo es denominado como naturalista. Trabajo con los grandes maestros del cine, Woody Allen, Alan Pakula, Roman Polanski, con el gran Andrei Tarkovsky en Sacrificio (1985), pero fue realmente con su compatriota Ingmar Bergman con el cual estableció una relación de perfecta armonía y eficiencia, con el filmo más de 15 peliculas estableciendo un estilo perfectamente identificable y que ambos perfeccionarían con el pasar de los fotogramas, las mas grandes obras maestras de Bergman, le deben un alto porcentaje a la estética y belleza que Nykvist les imprimió.

Mejor trabajo: Persona (1966) de Ingmar Bergman.

Ingmar Bergman (izq) y Sven Nykvist (der) en el rodaje de Fanny y Alexander (1982).

Sven Nykvist (izq) y Andrei Tarkovsky (der) en el rodaje de Sacrificio (1986).


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