Así es Helena

Ojos de miel, cuerpo de luciérnaga y pasión de artista, así es Helena, que se mueve elegante, cadenciosa y cuando quiere ruda y agresiva. El sarcasmo y la ironía son sus fuertes en el humor sin mencionar su increíble apetito feroz, disfruto su manía de trenzarse el cabello y de despojarse de su calzado, también así de su nariz bailarina, me sorprende su talento para el cine, aun no puedo creer que alguien con quien ver Los Comulgantes pueda existir. Ella no escucha a Rihanna o a los Black Eyed Peas pues prefiere a Lila Downs y a Jaramillo también, tiene gustos sencillos y complejos, es soñadora, intrigante, revolucionaria y con los pantalones bien puestos, me gustan sobre todo sus líneas de expresión que se mueven armoniosas a cada gesto que me dedica, bella es su malicia y maldad, intensa es su plática y debate, exquisito su hambre de conocimiento. Así es Helena, perfecta dentro de su imperfección, inteligente y madura pese a su corta edad, capaz de dar cátedra en economía o de saltar alegre sobre un colchón inflado... importante mencionar que tiene sin dudar, el triangulo de Rembrandt más bello que he visto.
No quiero, por ahora, meterme en terrenos de su anatomía, un solo comentario bastara para decir que nunca hubo tan perfecto equilibrio entre lo inasible del espíritu y lo sensual de lo tangible.
Yo la acabo de conocer, aunque nos unía ya desde hace tiempo una misma pasión y misión. No sé si soy merecedor de ella o no, lo cierto es que Helena con sus escasos 30 centímetros me ha elevado con suma facilidad a su Luna,... astro del cual por ahora, no quiero bajar...