Hoy desperté de un sueño, hermoso, pero sueño al fin... los horizontes
oníricos a menudo lucen infinitos y lucidos a pesar de su naturaleza, de los
cuales el despertar puede ser una terrible sensación de estrepitosa caída hacia
el vacio, esa caída sin embargo resulta rica en enseñanza y el duro golpe solo
confirma la vuelta a la realidad, el sueño pertenece a una extraña y sinfónica
familia de fenómenos en donde aquella búsqueda intrínseca por la belleza pura
cobra fuerza... y las cotas de superflua depuración pueden golpearte hasta
distraerte de lo que realmente prevalece... este carácter ascetista espiritual
que el tiempo y el recorrido define sin dudar, aquí es cuando la realidad toma valía
y nuestros movimientos se vuelven genuinos, no enrarecen ni se deforman... bella
u horrible realidad, pero realidad al fin...
es bueno a veces leer relatos de esta calidad para mechar con tanto de cine... aunque a veces se unan como en el relato de Cha´lin... salu2
ResponderEliminarJLO...
EliminarHahaha... me alegra que te gusten un poco estos mini-relatos, son, como bien dices, para introducir algo mas aparte de nuestro hermoso cine. :)
Saludos, nos seguimos leyendo.